Proyecto de reforma de un local de 100m² para convertirlo en una clínica veterinaria.
Se optó por una solución moderna y atractiva para los espacios, donde la madera y colores claros pudieran conformar estancias agradables y con mucha pulcritud a la vez. Los vinilos en paredes enteras se utilizan ingeniosamente dando mucho color, y creando un ambiente acogedor y relajado. Estudiada la normativa técnica y urbanística aplicable, se distribuyeron los espacios de manera funcional creando una recepción con espacio de ventas y de espera, tres salas de consulta, un quirófano independiente, un laboratorio e instalación de radiodiagnóstico.