El gasto energético de una vivienda depende del consumo de energía de los electrodomésticos y de la calefacción.
La forma de mejorar la eficiencia energética es actuar sobre la envolvente del hogar, paredes techos y ventanas, mejorando así el aislamiento térmico, para que no se pierda energía y el gasto en calefacción sea menor.
Por otro lado, es importante utilizar aparatos de alta eficiencia energética, que consumen poca energía. Especialmente la caldera, otros electrodomésticos y la iluminación.
Mejora tu calificación en el certificado de eficiencia energética
Debes actuar sobre estos tres aspectos:
1.- Mejorar el aislamiento en paredes, suelos y ventanas.
2.- Mejorar el rendimiento de los equipos de calefacción y aire acondicionado (utilizar calderas de condensación…)
3.- Utilizar energías renovables (pellets, placas solares…)
Tener una vivienda con buena calificación energética tiene muchas ventajas:
-Ahorras en las facturas de consumo de energía.
-Emites menos CO2 a la atmosfera, con lo que contribuyes a cuidar la salud del planeta y prevenir el calentamiento global.
-El Gobierno está valorando una reducción del impuesto IBI para las viviendas que tengan mejor calificación energética.
-Una vivienda con mala calificación en eficiencia energética es como un coche viejo, que consume y contamina mucho.
Algunos datos interesantes:
-El gasto medio por habitante es de 990 euros al año. La calefacción es lo que más consume y los aparatos en stand-by superan el 2% del total.
-Por cada grado que aumentemos la temperatura de la calefacción, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%.
-Entre el 25% y el 30% de nuestras necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas de calor que se originan en las ventanas.
Consejos para ahorrar hasta un 40% en la energía en tu hogar
Aislamiento
-Instala ventanas de doble cristal o doble ventana y carpinterías con rotura de puente térmico, y vidrios bajo emisivos.
-Aísla el interior de las cajas de persianas. Cerrar persianas y cortinas por la noche evita importantes pérdidas de calor.
-Si tu fachada tiene cámara de aire puedes rellenarla con un aislante térmico insuflado. Puedes trasdosar la fachada con un aislamiento térmico acabado en placa de cartón yeso. Hay placas desde 3 cm. de espesor.
-Detecta las corrientes de aire en carpinterías y cajas de persianas. Se pueden tapar con medios sencillos y baratos como silicona, masilla o un burlete.
-Los toldos, persianas y cortinas son sistemas eficaces para reducir el calentamiento de una vivienda en verano.
-En verano hay que ventilar cuando el aire de la calle es más fresco (a primera hora de la mañana o durante la noche). En invierno es mejor ventilar a las horas del mediodía.
Agua caliente y energía
-Utiliza calderas de alta eficiencia energética como las calderas de condensación.
-Los sistemas con acumulación de agua caliente son más eficientes que los de producción instantánea y sin acumulación.
-Es importante que los acumuladores y tuberías de distribución de agua caliente estén bien aislados.
-Purga el aire de los radiadores por lo menos una vez al año, al inicio del invierno.
-No cubras los radiadores porque dificulta la difusión del aire caliente.
-Añade un termostato programable. Se pueden controlar desde el móvil.
-Cierra los conductos en los cuartos que no uses con tanta frecuencia en tu casa.
-Alfombras: gran parte de la energía se pierde por el suelo. Utilízalas si no tienes suelo radiante
-Fija una temperatura de refrigeración en el aire acondicionado de 24 grados.
Iluminación
-Siempre que sea posible hay que aprovechar la iluminación natural. Los colores claros en paredes y techos absorben mejor la iluminación natural.
-Sustituye las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo de LED. También ahorran energía los reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico.